Ruta del Vino de 'Alentejo'

Portugal: ‘RUTA DEL VINO DE ALENTEJO‘

El Alentejo es una región del centro-sur de Portugal. Literalmente, en portugués "más allá (além) del Tajo (Tejo)". Limita al norte con la Región Centro y con la Región de Lisboa,  al este con España,  al sur con el Algarve y al oeste con el Océano Atlántico y la Región de Lisboa. 

Alentejo cultiva casi 20.000 ha de viñedo y se divide en ocho subregiones enológicas: Portalegre, Reguengos, Vidigueira,  Borba, Redondo, Évora, Granja-Amareleja y Moura. Algunas de ellas llegaron a ser DO independiente hasta que, finalmente, en 1998 se unificaron bajo un mismo nombre, Ruta del Vino de Alentejo. Esta ruta tiene tres recorridos: La "Ruta de San Mamede" abarca, en parte,  el Parque Natural de la Sierra de San Mamede e incluye algunos de los más bonitos y típicos pueblos como Portalegre, Marvão, Castelo de Vide, Crato, Flor da Rosa, Alter do Chão, Avis y Sousel. La segunda propuesta, la "Ruta Histórica", se centra en Évora, ciudad Patrimonio Mundial, y se extiende también por Arraiolos, Estremoz, Borba, Vila Viçosa, Redondo y Monsaraz. Finalmente, el recorrido de la "Ruta del Guadiana" está marcado por la presencia del río con el mismo nombre y por las extensas llanuras circundantes, pasando por Mourão, Moura, Vidigueira, Alvito y Viana do Alentejo.

El cultivo de la vid en la región del Alentejo se remonta a tiempos muy antiguos -los fenicios ya producían buenos caldos por estas tierras portuguesas en el siglo X a.C-  y todos los pueblos que por allí pasaron reconocieron la especial calidad de los vinos de la región, que hoy día se hallan entre los más apreciados del país.
Las distintas características de los suelos según las zonas (graníticas, calcáreas, mediterráneas o esquistosas), las numerosas horas de exposición solar y una serie de variedades seleccionadas dan lugar a una producción de gran calidad, combinada con la capacidad de mantener la tradición del sabor pero innovando en el arte de hacer vino. Las principales uvas blancas son la síria (roupeiro) de fino aroma de frutas maduras; rabo de oveja, de color cítrico claro y de buena intensidad aromática, y la antao vaz, con un aroma personal y singular, a frutas tropicales y flores. Las principales castas tintas son, la trincadeira de aroma y sabor fresco, pero de taninos robustos; castelao (periquita), con aroma de frutas silvestres y con un sabor especialmente suave; últimamente se está empenzando a cultivar la touriga nacional, uva floral (violeta, lavanda y rosas), con un gran potencial frutal y con unos sabores complejos y persistentes.

Casi todas las bodegas (adegas) cuentan con visitas guiadas y también con restaurantes o con catas de vino para que los visitantes puedan probar las variedades de la zona. Asimismo se pueden conocer los secretos del vino,  visitando la Enoteca y el Museo del Vino de Redondo, o participando en las fiestas de la vendimia al final del verano, de las que Borba es un buen ejemplo con su Fiesta de la viña y del vino.

Hay que tener en cuenta que en Portugal cuando se habla de reserva se designan así  los vinos que tienen al menos medio grado de alcohol más del mínimo requerido. Y que garrafeira es como se denomina a los vinos superiores -nada que ver con nuestro despectivo garrafón-.