La Ruta del Vino del Valle de Colchagua (significa pequeñas lagunas), es el primer circuito turístico del vino creado en Chile, en el año 1996. Desde su oficina central, en la ciudad de Santa Cruz, organiza, coordina, vende y opera los tours a las principales viñas del Valle de Colchagua. La Ruta I-50 que va desde la Ruta Norte-Sur hacia el Pacífico, lleva el sobrenombre oficial de “Carretera del Vino”.
Las regiones vitivinícolas del Valle de Colchagua se ubican en un angosto valle agrícola formado por dos estribaciones de la Cordillera de los Andes, es decir, dos cadenas continuas de cerros al norte y al sur y por numerosos ríos. Esto, forma un corredor ideal para los vientos entre la cordillera y el mar, que termo-regulan las temperaturas del Valle. Otra característica geográfica del valle es la baja altura que posee la Cordillera de la Costa, siendo ésta inferior a 500 metros.
En relación con las regiones vitivinícolas se destaca por una parte la zona de la precordillera, que comprende las comunas de San Fernando, Chimbarongo y Placilla, el valle interior con Nancagua, Chépica, Santa Cruz y Palmilla. También se destaca en el interior el valle de Apalta. Finalmente están los sectores más cercanos a la costa como Peralillo, Lolol y Marchigüe.
En el Valle de Colchagua se cultivan variedades finas, en su mayoría originarias de Bordeaux, Francia, y que fueron introducidas a fines del siglo XIX, previo al gran ataque de la filoxera en Europa. La principal variedad cultivada en Colchagua es el cabernet sauvignon, que representa una parte importante del total de viñedos del valle. Le sigue la variedad merlot y la famosa variedad perdida de Europa debido a la invasión de la plaga de filoxera, el carménère, casi única en el mundo. Colchagua concentra la mayor superficie y producción del mundo de esta cepa. Entre los tintos de la zona, también destaca el syrah. Respecto de los blancos, se comenzaron a elaborar desde 2009 en la zona de Paredones, a 8 km del mar. Hoy día, la producción de los blancos en el valle se ha ido desarrollando cada vez más, destacando el chardonnay y sauvignon blanc como las principales cepas.
Una de las formas más entretenidas de recorrer los viñedos es en el “Tren del Vino” -con su máquina de vapor de 1913-. El tren bordea las viñas del valle mientras sus pasajeros disfrutan de una degustación de exquisitos vinos y quesos.