En primer lugar y en la gastronomía en la Ruta de los Vinos de la Serra Gaúcha, es destacar su reconocimiento como expresión cultural, más específicamente como un patrimonio inmaterial pasible de salvaguardas oficiales tanto de la Unesco como del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (IPHAN) en Brasil.
Además del vino, una de las principales atracciones en el valle es la cocina. No sólo por sus restaurantes, sino también por las producciones de setas, quesos, fruta, pasteles y pastas que se pueden comprar directamente a los "colonos", prácticamente dentro de su casa, son muy receptivos y les gusta explicar cómo producir y procesar sus productos.
La gastronomía de un lugar forma parte de su acervo cultural y sin dudas, cuenta un poco de la historia de ese lugar. Si lo pensamos desde el punto de vista del turismo, atreverse a probar lo diferente es indudablemente una vivencia cultural.
La gastronomía de la región Rio Grande se la denomina “Cocina Gaucha” es el paraíso de las carnes frescas, preparadas a la plancha, a la parrilla o en forma de guisos. Las carnes en esta región son las de mejor calidad que en el resto del país pero también es importante saber que el gusto de la misma varía en relación a los pastos y a los tipos de cortes.
Una modalidad es “tiernizar” la carne antes de cocinarla lo que en Brasil se denomina “temperarla”. Este procedimiento se hace de un día para otro.
Una comida típica de la región proveniente de las Islas Açores es el Ibarreado, un guisado que además de otros ingredientes, esta compuesta por carne y tocino. Su preparación es muy lenta -unas 20 horas-, siempre en olla de barro, teniendo que tapar -barreada (que es de donde viene el nombre)-. Una vez el plato se sirve a los comensales con una farofa elaborada con harina de mandioca. Se sirve acompañado de naranjas, banana y arroz.
No hay que olvidar que la región sur es fría, por lo tanto sus comidas son de alto nivel calórico.
